viernes, 12 de marzo de 2021

Mama, hay días que mi silencio

no es olvido o dolor o quejido;

hay días que si no voy contigo

es que estoy calada de aguacero.

 

Crujen ramas, hay desfiladero,

vida es síncopa de lo vivido,

aire que trago entero y mastico.

Mama, aunque no te lo diga, tengo miedo.

 

¡Cuánto daría por revivir otra edad

en la que tus manos de soleada bondad

me enseñaron, me arroparon y me vistieron!

 

Ya el día me estremece por su claridad

más que la noche difusa. Y, de verdad,

aunque no te lo diga, mama... tengo mie

viernes, 15 de enero de 2021

La culpa.

La culpa calva.

La culpa cava.

La culpa bendita

escupe y medita.

Esa culpa tan poco galbana.

La culpa capital capa,

capta las copas que golpean: chiiin.

Aguda culpa acupuntora

que cubre las esencias.

La culpa que colma, cabizbaja, actúa

judeocristianamente sin calma.

Aquella culpa que corre,

patalea y calla,

captura el corte en la cabeza: caput.

Te degolla y decora tu caparazón

anulando, anillando, capturando tu corazón.

miércoles, 19 de agosto de 2020

Bretones

Agostos solitarios

desde lo alto del acantilado.

Los bañistas son hormigas de colores

que ignoran la evaporación de las nubes.

El sol que cansa esta tarde

de turistas y malos humos

advierte de un final siempre posible,

siempre escondido.

Desenreda el viento las madejas

doradas por el sol

y las axilas vegetales de la costa.

Todo es un ambiguo calambur,

[suena una cosa, dice otra]

una sombra iluminada en silencio,

olas de cerveza que barren las piedras

y los cristales.

Todo es sí, no, quizás,

a todas horas.

sábado, 9 de mayo de 2020

Desde mi lucera

La mar es un lienzo sobre el que aportan briznas de color a esta noche encapotada diversos sonidos, diseminados en el ambiente, muy distintos, pero de igual naturaleza.

           

            Los cencerros suenan esporádicamente aportando sus diferentes timbres allá a lo lejos; en cambio, lo que mejor se percibe, curiosamente, es emitido por el ser más pequeño: cri-cri-cri-cri-cri… discreto, pero perpetuo.

            En general, por cada seis grillidos, un agudo silbido, conciso y punzante sale disparado del pico de algún curuxín, que se queda toda la noche velando por los malvises y raitanes... No falla: como una gotera matemáticamente programada, en el aire de abril, que se abre paso rayando la niebla. Casi ofende.

            A los quince o veinte silbidos de este, algún perro del pueblo se envalentona para ahuyentar los malos entes de las casas.

            Sobrepasadas las dos docenas de ladridos o aullidos, una vaca advierte de su presencia, se hace notar en la oscuridad.

            Y sólo basta un mugido para que la curuxa dé un reclamo de silencio, con su autoritario xhhhhh.

           

            Entonces, llega un frágil silencio en el que ninguno de los sonidos anteriores pinta nada; y las sombras son más sombras durante unos cuatro segundos…

            Todos mantienen el aire hasta que un grillo, debido al poco espacio del que dispone en su cueva, roza sin querer las alas con sus patas. Y, como apretando el botón que reanuda la fiesta nocturna, vuelven a dar color al aire de esta madrugada: serpentinas verdes, naranjas, fucsias, azules…

            …Hasta la gris sentencia de la curuxa. Silencio….

            ….Y otra vez el verde grillo.

            Es en este momento cuando sé que me puedo dormir con la certeza de que todos ellos vigilan a mi alrededor; y siento una ovación en mi interior que quiere dar gracias al reciente espectáculo.

 

 


jueves, 23 de abril de 2020

La palabra es

La palabra escrita dura,

pierde el tono

y ambiciona ser hecho,

pero disimula.

La palabra que escribes es

desafinado silencio,

es…

es cuerda dura,

y madura con el tiempo

que la alarga

y, a veces, incluso la amarga.

La palabra escrita es un callar

constante de sesudas dudas,

es imperfecta;

es un plátano en la nevera:

se ensombrecen el papel y la piel

pero el plátano sigue siendo fruta

y la palabra, un boceto;

antesalas y productos

de vida y pensamiento.

 

La palabra escrita se parece al amor:

se concentra

para ser única, virgen, intacta;

sale de la guarida, explora

y, cuando quema su idea,

se agota.


lunes, 23 de marzo de 2020

Eterno retorno

 De la vaga ilusión, inocente,

sin planes, sin estrategias,

sin mal que por bien no venga,

sin astucia, sin miedo,

con mesura, comedida,

comedia…

 

…a medias, tragicomedia…

 

A la pura tragedia helena,

al Ulises sin bandera,

a Penélope sin silencio

y al sigilo,

a ese sosiego incierto,

a esta pausa virulenta.

 

A veces, el Todo se pierde en la Nada;

otras, ella nada en el basto océano

de sentimientos,

desesperada,

y crece, y anhela, y busca, imparable

el eterno retorno del Todo.

 

De la Nada al Todo se va por un riachuelo.

miércoles, 12 de febrero de 2020

Livorno

Los coches salpican cuando pasan

en el furor de un día cualquiera.

Las nubes grises cubren a la gente

y la atropellan.

 

Cruzas la calle como siendo aire,

escurridizo, entre luces lilas,

y me miras como sin querer,

pero en armonía.

 

Cuando vas, ahí, a La Deriva

todo se convierte en sorpresa:

esta vez te presentas diciendo

“qué larga esta espera”.

 

Somos ahora los mismos románticos:

aire pastoso y atmósfera interna,

idealismo, intuición, rebeldía

y naturaleza.

 

Y es eso lo que nos trajo aquí:

 

Somos tentempiés, pero odiamos

la gravedad de una elección,

somos los somieres en las calles,

lo que sujeta cada ensoñación,

somos de los que enseguida marchan,

y buscan el hogar en una mirada.

 

Somos los que vuelven por inercia,

pasajeros de cafés cortados, 

Somos trasnochados profesores

de sentimientos hipertrofiados.

Por todos los dientes de león

y tantas heridas que soplamos:

ensayo y error,

duda y decisión,

fiebre y rencor,

todo intuición

 

Somos enamorados.

viernes, 28 de junio de 2019

Tuve días y días:

días claros,

días mustios,

días ocres y días tintos.

 

Días extintos, absurdos y ardientes,

días elegantes, días escurridizos

de serpiente.

 

Días tocayos: días días.

Y días diferentes:

días noche.

 

Todos de veinticuatro horas:

algunos atemporales,

otros de largas demoras,

vagos, fluidos o puntuales.

 

Ninguno fue perdido;

cada uno necesario,

                                   [en parte.

miércoles, 20 de febrero de 2019

Memento Napule

Pasan las baldosas y las ventanas,

pasan los días mientras miro una luna

invertida, satélite que me mira, extraña,

lejana de las otras noches de vaga cuna:

por las carreteras te seguía hacia la nada,

como si fueras casta, inalcanzable, cotidiana.

 

Y tengo ahora unas pupilas que murmuran

a tu aro de cebolla: “prende tu pólvora

y llévanos a aquellos rincones, danos la cura”.

Y la luna, más irónica que la letrilla de Góngora,

no murmura, pero te mira tan profunda

que algo oculta: …y ríase la luna.

 

Aires surestes visitan mis pestañas, tierras

circum-vesuvianas en la rotatoria esfera.

Y giran las baldosas, y duermen las cabezas

en este inmovilismo de Vetusta destreza.

 

Esos aires que me trajeron y me llevarán,

es el viento que pone y dispone d’equí p’allá:

Chi ha avut’, ha avut’. Chi ha rat’, ha rat’.

Scurdámmoce ‘o ppassato, simmo ‘e Napule paisá!


jueves, 13 de septiembre de 2018

 Cara a cara

día a día

risa a risa

paso a paso

cara a cara

poco a poco

mano a mano

boca a boca

poco a poco

luna y miel

beso a beso

poco a poco

piel con piel

beso a beso

mano a piel

poco a poco

cara a piel

golpe a golpe

gota a gota

gota a piel

triste miel

cara a cara

beso a boca

(boca duerme

beso bien:

duermen bien)…

 

…cara a cara

ojo a ojo

mano a pelo

beso a beso.

 

Otra vez

poco a poco

día a día

cara a cara

día a día

cara a cara

día a día

cara a cara

día a día

cara a cara

día a día

cara a cara […]

 


beso duerme

piel descansa

ojo llora

ya no hay nada

poco a poco

 

nada a nada

 

 

 

  

 

 

…Todo empieza y todo acaba porque nos miramos demasiado a la cara.

Así que cuando alguien me vuelva a decir que enfoque su rostro mientras hablamos, nos haré el favor a los dos de asentir y sonreírle a sus zapatos

viernes, 31 de agosto de 2018

22 agostos

Esta vida que es río no espera;

Corre el agua que se mata

Por hacer girar la rueda.

 

Y yo, al final,

Sólo ambiciono ser escombro:

Viejo, seco, acabado…

Polvoriento mármol,

Acorde ahogado,

Que se lleva en paz el viento,

Olvidado.

 

Escombro, pero amante,

Amado;

Sintiente, soñadora sombra

De otro tiempo,

De otra gente

Con la que compartió su alma viva,

Sombra que apostó por quien le quitaba dolor

Y le daba vida.

 

Eso quiero ser

Cuando mi sangre mueva el molino:

Nada del otro mundo;

Deseo haber sido un abrazo,

Un motivo

-algo raro, al fin y al cabo-,

Un corazón reforzado,

Tranquilo.

 

Pido que mi agua

Llegue tan densa a la postrera muela,

Que rompa sus engranajes

Y manche de carmín toda la piedra.

jueves, 23 de agosto de 2018

No cesan las flores que hacen ruido.

A través de sus cristalinas carcasas

lanzan ahogadas misivas a sus mundillos.

 

Todo vibra ordenadamente.

Palabras como albas ráfagas,

como flashes inauditos

hasta que se abren y…

…Más de lo mismo.

Los pensamientos se encharcan

con la misma turbia corriente.

 

No son decibelios,

es el ruido de los píxeles;

la maldición del siglo veintiuno.

 

martes, 22 de mayo de 2018

En las mañanas nocturnas de Berlín

Esta agua que ahora bulle

por salir de su recipiente

y convertirse en té

me comprende más

que todos los demás.

 

Esta tostadora de enfrente

llena de residuos

y restos de desayunos pasados

me comprende más

que todos los demás.

 

Tengo las manos atadas

y la mente llena de ideas.

miércoles, 28 de febrero de 2018

A la muerte del asfalto

Estamos llegando al despertar,

al final del camino vallado.

Ahora tomaremos las sendas

que tracemos por los prados.

 

A la libertad de lo salvaje.

Al alzar estos brazos

desde un asfalto en desgaste

llega ya el fruto maduro, sensato.

 

Al cultivo del sentido,

al sentirnos todos juntos

y una realidad primera:

a la muerte del asfalto.


miércoles, 14 de febrero de 2018

Mujeres de baja voz

Soy un calcetín roto,

un chiste en un entierro,

una cruz en rojo,

un monedero lleno,

una china en el bolsillo,

las marcas de una pelea,

la manzana del jardín divino:

soy Eva,

soy lo prohibido.

 

Pero algún tiempo Hera

unos zapatos nuevos,

un prado en primavera,

su mano con la mía

para que todos lo vieran:

era Afrodita,

era lo querido.

 

 

Hoy no:

Soy las noches de amor

y las mañanas raras,

desconocidos los dos;

los posos de las tazas,

la distancia de día,

tras compartir almohada,

las dos bocas vacías:

soy Eva,

soy lo maldito.

 

Soy lo que no quieren mostrar,

un aborto deseado,

un fugado del altar.

 

Soy Eva.

Soy,

pero en voz baja.

sábado, 16 de septiembre de 2017

Hay quien tiene qué decir.

Hay quien tiene que hacer.

Yo nada.

Hay quien tiene opinión.

Hay quien tiene función.

Yo nada.

Hay quien crea admiración.

Hay quien crea, sin más.

Yo nada.

Hay quien ha de volar.

Hay quien ha de quedar.

Yo nada.

Hay quien tiene que ser.

Hay quien tiene qué ser.

Yo nada.

 

Hay gente que es.

jueves, 20 de julio de 2017

No afines tu tez, mujer:

afina tu corazón.

No tapes tus vivencias

con anti-ojeras de roll-on.

 

No ocultes tus surcos

con bálsamos de sanación;

ni te eches esa laca

que te deja de cartón.

 

No reniegues de tu vello,

-lo más bello- que tiene función;

y no vuelvas a llorar

podándote con dolor.

 

No ocultes, mujer, tus experiencias

con tintes de ningún color,

que el color de vello más bello

es, sin duda, tu color.

 

No te compres tantos tarros

para parecer de televisión,

que tu cuerpo ya es perfecto:

no necesita pintor.

 

Disfruta, saborea y respira

y embellece tu estación,

que, invierno o primavera,

todas tienen diversión.

jueves, 20 de abril de 2017

 Qué raro pasar

por esta rara vida.

¿Cuán alto escalar

para morir un día?

 

Qué raro estar solo

a pesar de todos.

 

Qué raro tener

los pies al tren pegado

y qué raro temer

todo a nuestro lado.

 

Qué bueno tender

siempre nuestra mano.

 

Qué negros los sueños.

Qué blancos los días.

Qué amargos los miedos.

Qué dulces fantasías.

 

Qué suave tu voz

y qué melancolía.

jueves, 22 de diciembre de 2016

Brinco

entre el sosiego de ahora

y esta asfixia del mañana.

Vibro

entre sus besos

y mis lágrimas.

Birlo

de un tiro la inquietud

de dos, la tranquilidad.

Vierto

todo el juicio que yo tengo

toda el agua de llorar.

Brindo

por las flores de los prados,

por gusanos que hay debajo.

Brillo

cada vez que te lo digo,

cada vez que me despido

Vivo

en un valle de la vida

donde pasa y no vivo.

viernes, 7 de octubre de 2016

 De vez en cuando vuelve esa ola

que se topa con mi pecho.

Vuelve sin que nada haya hecho

y, suave, me recuerda: estás sola.

 

Vuelve, con su amarga espuma parda

dura, que se extiende por mis rocas.

Ya nada será igual cuando descubra

que mis huesos de salitre         no los quieren ni los buitres.

 

Vuelve el yo ensimismado,

en sí sólo centrado,

dando cuenta de sus actos

de color medio ocre enamorado.

 

jueves, 31 de marzo de 2016

Quítenme el pensimismo

Te diré
que tengo una vida fácil,
que desde esta orilla casi
acierto a tocar el cielo;

pero

si me inunda el pesimismo
es porque para vivir
levanto el dedo,
pido permiso para soñar,

para reír tomo el cobijo
de mis dos manos.
Pero para llorar... ¡ay!
para eso tengo un lugar
reservado, en la garganta.

Y te diré
que esta es
-desde mi punto de vista-
una de las mejores vidas de este mundo.

Eso sí: quítenme de la vista
el pesamiento pensimista.

martes, 29 de marzo de 2016

Retorno a la infancia

Yo tenía una amiga,
su nombre era Linda,
tenía un rabu y la lengua fuera,
siempre se me subía.

Yo tengo una amiga,
su nombre de pila
a su bondad hace referencia;
en mi alma no expira.

Yo tendré una amiga
en toda la vida
nunca me faltará, gracias a ella,
nel ánima compañía.

La más sencilla de tolos humanos
era, es y será mi perrina Linda.


-Lisina


miércoles, 9 de marzo de 2016

Desde lo más alto de mi alma
percato lo grande pequeño;
lo minúsculo, gigantesco.
Y tejo, y tejo de tu lana.

Mientras construyo con agujas
fe en una vida de ventura
-como la paciente Pe griega
que en pausa a su destino espera-,

la gente pisa, posa y pasa
por los pliegues de las costuras
(de hormigón). Y, cabizbajas,
prisa y prosa tornan locura.

Versos de puntos, filas de letras;
de aquí para allá, mi alma vela
con esta savia que en tu hebra
toma el tallo como madera.

De los días sin aliño en el verbo -y en nada- saco el ébano que arrea a la pereza;
la luz de quien duerme con tranquilidad: que, desde la pureza de esta torre, ¡dicha es lo que quieras!



jueves, 7 de enero de 2016

Go insane

 

SONRISA INSANA

 

Huir del subjetivismo

 de los hombres mosquito y sus agujas

  De las cascadas de amor

   y de los lagos que ahogan ruiseñores de osmio

    De los miedos eternos y las cortas alegrías

     Huir del futuro incierto

      de la tormenta

       de lo real, del fatum en la fatalidad

        de todos los ojos y los besos 

         que nunca serán desenterrados

          putrefactos en el sablón

           Huir del tiempo

            del garrote del genitivo

             de lo politizado artificioso

              del nirvana y del éxtasis

               de lo premeditado

                del arte

                 de la gloria

                  del formato manual y la alta definición

                   del sentido y la sensibilidad

                    de los triunfos personales

                     Huir de cada paso dado

                      que te unió a tu sombra como un chicle
                       que ata los zapatos firmes con los cobardes

                        Huir de tener personalidad

                         de las cargas emocionales
                          que soportan los antiguos baúles

                           de lo novedoso

                            Huir

                             como un Peter Pan verde lorquiano

                              
                                     Un peón menos o más
                          en la cuadriculada y bicolor realidad

                                           Y en ese borde

                             se siente miedo y atrevimiento

                                          al mismo tiempo

                            Sientes estar consumido y sabes
                                          que sólo te falta

                              un último impulso para volar

                                        Plumas suaves aún
                          y dubitativas, como alas de gallina
                                                Silencio
                          
                             La canción cesa
                            y comienza otra
                           Quieres quedarte
                          un poco más
                         para darle una oportunidad
                        Sonidos aturdidos
                       por su propio oscuro y disonante sonograma
                      que empiezas a percibir como redondos
                     perfectos, inmaculados
                    Cuatro cabezas superpuestas en un tendal:
                   cuerda sí espacio no cuerda sí vacío no cuerda sí aire no...
                  Cuerda sí
                 Tras tanto tiempo

                al esbozar una sonrisa imperfecta
               los labios se agrietan
              y las heridas abiertas sangran
             un vino casi virginal                      

            El ceño se plisa
           y la lengua, tímida, sale de su cueva
          para catar la mueca insana
         muestra de que valía la pena:
        por fin un estado nuevo
       que lo alterará todo
      Ahora lo que no se piensa no existe
     sólo existirá lo que se imagine
    Llámalo "Crackin' up", llámalo "Go insane"
   pero estás loco
  Y te gusta ser un chalado
 Al fin y al cabo, es una sonrisa:
ábrela antes que la ventana, Peter



 

martes, 17 de noviembre de 2015

El preciso soplo

En la delicadeza somnolienta
del suspiro que estampas contra mi mejilla
veo la complejidad de tu sencillez;
veo momentos exclusivos de dos,
en cualquier lugar y situación,
por cualquier motivo
o sin él.
En tu suspirar, amor,
veo la lumbre que con ilusión
inspira mi hogar este invierno,
veo la ternura y la celeridad
de aquella estrella al pasar,
cuando todo al rededor se ofuscaba.
En cada despertar
se despabilan nuevas evocaciones,
pero siempre, amor, siempre
en tu suspirar veo la mar
con dos cuer[d/p]os chalados
dejándose por sus pies llevar
hacia el titubeante horizonte,
cogidos de la mano,
con seguridad
calando zapatos, medias, vestidos.


Ahora abandono esta biblioteca
a la que vine para guardarme del frío

hago clic
suspiro
pienso en ti

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Orión

No sé qué soñé
la otra anoche;

podría ser con cisnes
que curvaban sus cuellos
dubitativos como garfios.
Podría ser que a un bufón
iban mis pertenencias a parar
-pérfida fosa nasal
que de la mar condensas el temblor-.
Podría ser
que charlaba con una mariposa
viendo el atardecer,
brillante como fósforo
al arder.
¡Podría ser!
O con un extraño que me seguía...

...y al correr tropecé con una cama,
grande como la mía
-la nuestra-,
que me sacó del onirismo.
No te podía oler...

"Anoche, de fiesta,
nos hemos resfriado"

Improvisaste tu modesto amanecer
en el que refulgías
como el "espadachín del cielo";
estiraste los brazos
apuntando contra mi pecho y

al clavar
tu iris en mi iris, mi cuerpo te mendigaba,
ya el cerebro gimiendo entre la oxitocina y tu lazada.

martes, 20 de octubre de 2015

Quédate a dormir

Ahora, por fin hemos llegado; ahora que los errores cuentan, ahora que lo real tiene más lados, permíteme que me arrepienta de aquello que sólo yo sé. Deja que me ensombrezca, en silencio, y no preguntes el porqué de mis acuosos humores: dorados, uno a uno son recuerdos, apoyos pérfidos, resquemosos antisépticos, de antiguos lingotes. Obsérvame y calla -si quieres- o vuelve la cara si puedes; pero no cambies de maniobra y acabes haciendo mutis por la puerta que, rota y abierta, siempre espera. No hay ya decepción, no más caretas para cada facción. Tras dormir, lo hay que aceptar: es muy fácil entrar y es más fácil salir; lo difícil es quedarse a 

                          escribir.



jueves, 8 de octubre de 2015

Sintaxis Op. 1

||{cogiia} ortigas •con la mano
las {apretaba} •con sus dedos
y {sonreiia}
                mientras una laagrima [se deslizaba] •por su mejilla
                                                                                               peetrea •como un monasterio
                                                                                                                                              •en ruinas

||(•al llegar) •a casa
{poniia} las verdes urticaaceas
•en un jarroon lleno •de agua
y {se sentaba}
                     (observaandolas)
                                             •con sus pupilas perladas (entreabiertas)
•hasta que [anocheciia] | {anocheciia} •hasta que su estudio [quedaba iluminado]
uunicamente
                                                                                                                       •por una vela •de vainilla
||entonces
y soolo entonces
{liaba} un cigarrillo
                              •que [prendiia]
                                                   •para (ocultar) el dulce olor •de la otra lumbre


||todo su ser {se convertiia} •en una lucieernaga •de humo·

lunes, 28 de septiembre de 2015

U

Aceptó el racimo
que ofrecían sus manos;
se dejó llevar
por aquel instinto 
                             [que revolvía sus entrañas.
Y por cada lágrima
tomaba una uva,
por cada esperanza,
por cada página 
                           [que fue capaz de superar.
El zumo agridulce
de la despedida,
corona de abundancia,
es simiente en costumbres
                                           [con docenas de las dionisias. 


jueves, 10 de septiembre de 2015

Pyrros

            —Aquí se respira mal dijo con la voz entrecortada y fatigada.
            —Hay una nube de humo que lo inunda todo y no acierto a ver nada. La sala estaba repleta de gente y, en un instante, no recuerdo cuándo, todos huyeron despavoridos. Sin embargo, no importa; no temo la soledad, ni la indiferencia, ni siquiera temo el tiempo que tarde en empezar a sentir el primer quemazón o el que pase hasta que carbonice mis últimos huesecillos. No temo apagarme si es lo que los astros me tienen preparado.

Durante los cinco minutos que se mantuvo en silencio, sus pupilas fueron cobrando el mismo tamaño que adquieren cuando son deslumbradas por la ofensiva claridad de las mañanas que auguran tardes de llovizna.  
          
             —Ahora consigo ver en esta penumbra y sé que nadie acudirá a mi rescate; no habrá lágrimas ajenas o propias que extingan este sufrimiento. Mis alaridos han de ser mudos para sus pabellones y, enmudeciendo poco a poco, se convertirán en ecos de lo que nunca será crimen.

Paulatinamente, fue acercándose a las llamaradas, tal vez, para acortar ese lapso, el único lapso que no temía, como en un simple e insignificante acto de autodestrucción masiva. En medio de la decadente escena, lo último que vislumbró fueron tres figuras: la más alejada, inalcanzable, le dedicó unas sinceras palabras que mostraron el aprecio que le guardaba; la siguiente, intentó besar su frente, pero los fogonazos le chamuscaron la piel; y la más cercana, aun a tiempo de salvar su vida, agachó la cabeza evitando así cualquier contacto y corrió. Sólo corrió. Entonces, envuelta por el fulgor, lloró. Sólo lloró lágrimas de bencina que lo avivaron haciéndolo tan grande como habían sido su esperanza y su dicha días atrás. Desapareció en un culmen estelar, en un anticlímax cósmico de luz cárdena, tras conseguir ver en aquella ardiente oscuridad.